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martes, 9 de diciembre de 2014

"El amor no va de la mano con nadie" Primera Parte.


                                                                              Capitulo I

  El silencio del auditorio era completamente vacío, solo unas potentes luces que alumbraban todo por completo, una luz amarilla de focos grandes colgados desde el techo que se escondían tras una cortina roja de la escuela de Artes (MusicaDiseñada) Una chica de un tamaño regular, blanca y flaca llamada Erika abrió  la puerta de salida, entrando junto con su pesado violonchelo, cerró la puerta y se aseguro de que nadie la observara y que el auditorio se encontrara a solas, camino lentamente por un pasillo que se abría paso a unas escaleras para subir al escenario, subió al espacio de presentación, dejando el instrumento musical en el suelo, busco una silla tras el telón; colocándola en el medio del escenario, tomo el bulto negro extrayendo su violonchelo, tomo el arco con la mano izquierda, dejando caer toda su melena castaña ondulada sobre su regazo, apoyando el violonchelo en su hombro derecho, empezando a tocar improvisada mente, inspirada en el sonido que provocaban sus acordes, sonreí tratando de hacerlo sonar cada vez mejor, esa melodía que encantaba a sus oídos que los hacían bailar de tal sinfonía fuerte potente y fina que la forjaba despejar la mente olvidándose de los problemas que la colocaban algo deprimida. La música era su escape, allí su lugar perfecto para escapar de la realidad y la música su mejor amigo.

 Había pasado unos 15 minutos cuando entro Francisco por la misma puerta por la que Erika ingreso, vestido de negro como de costumbre con su collar de guitarra colgando en el pecho. No quiso interrumpirla, pasando en silencio frente a ella entre los asientos rojos del público, se sentó observándola detenidamente, apoyando su mentón con el brazo, encantado del  concierto que provocaba Erika, disminuyendo hasta acabar levantando la cabeza mirando al frente posando su mirada en Francisco, sonrió y volteo los ojos con un poco de desagrado.

-¿Terminaste? Pregunto Francisco interesado.

-Sí, solo quería disfrutar un poco de la música.

-Es mejor que bajes de allí. Hay malas noticias. Sale de entre los asientos y se detuvo a los pies del escenario.

Erika se inclino aguardar su instrumento.- ¿Qué fue lo que sucedió? Colocándose seria como solía ser habitualmente.

-Vámonos de aquí ahora mismo, Sergio se afronto al padre de Elizabeth.

-¿Qué…! ¡Eso era lo primero que debías haber dicho sin tantas encrucijadas! Habla hombre explícate. Bajándose del escenario de un brinco, colocándose el bulto negro sobre el hombro, siguiéndola atrás Francisco.

Fuera del auditorio, temblaba con ganas de gritar por rabia, tristeza y preocupación.

-¿Dónde está? Dime no te quedes callando habla Francisco.

-Cálmate, vamos a buscar mi coche y te explico todo en el camino ¿Vale?

-Vale. A firmo Erika, caminando esta vez ella tras él.

 Dentro del auto, Erika se lamentaba mentalmente, y miraba al cielo buscando una respuesta. Francisco coloco el Violonchelo en los asientos traseros, cerro de un gran golpe la puerta de su viejo escarabajo, enciende la radio subiendo el volumen a un chistoso comentarista de turno, que pronto lanzo al aire una canción del grupo Melendi.

Erika se recogió el cabello en una coleta alta y se apretaba las pulseras de cuero en la muñeca. Procediendo hablar en un tono irritante:

-¿Dónde está?

-Está en casa de Mariela. Ella se encargando de curarle las heridas, no quiere que sus padres se enteren de lo sucedido.

-Todos deseábamos que ellos terminaran… Interrumpió Erika frotándose el rostro mirando de reojos a su compañero.

-Lo sé, cuando las personas se enamoran son necias.

-Al carajo, a eso no se le llama “Amor” eso es ser pendejo.

-¿Por eso discutieron tía?

-Si…Mirando al cielo haciendo con la boca un gesto de desagrado. –Sabia que esto terminaría sucediendo, no sé qué cara iré a poner cuando lo tenga de frente... Tenía que decirle todo lo que sentía, estaba cansada, confundida, y no soportaba verlo sonreír de forma falsa por una chica que durante 6 meses no ha hecho nada por él, solo ha llegado a jodernos la vida.

-Ya veremos.

Francisco se quedo en silencio manejando a su destino, mientras Erika repasaba el último mes maravilloso que había pasado junto Sergio, sonreía para sus adentros, observando la avenida y los carros, rectificando las palabras que se dijeron hace mas de 3 dias en la tarde de su discusión.

Como un sueño en su cabeza se proyecto todo igual a como había sucedido; estaba el llegando al salón de clases para guardar un puesto para la clase de guitarra, encontrándose allí sentada en una mesa Erika, cruzada de piernas, sin ningún acompañante, acercándosele Sergio para entregarle unas guías.

-Pensé que estarías en el patio con tus amigas. Dijo Sergio mientras le entregaba unas pesadas hojas encuadernadas.

-Y yo creí que estarías abajo dándote besitos con tu querida novia.

-Cuál es tu problema… Últimamente no entiendo tu actitud.

-¿Aun así preguntas? Incrédulo.

- Si. Basta de tus insultos absurdos, ¿estás molesta conmigo?

 Miro al suelo, bajándose de la mesa sacudiéndose su parte trasera 
acomodando los cortos chores de bluyín que cargaba. No respondió, guardando las guías en su mochila.

-Dime, ¿sucedió algo más? Sabes que estoy para ti. Dijo Sergio cruzándose de brazos mientras se recostaba contra un pupitre.

-Es mejor que cada uno continúe con su vida, no puedo seguir entrometiéndome entre tú y Elizabeth. Se aleja dirigiéndose a la puerta. Sergio la toma del brazo bajando hasta su mano tomándola con intensiones de jamás soltarla.

-No tomes mi mano. Dijo Erika mientras lo soltaba llevándose la mano a los labios.

-Entiende que te quiero más que cualquiera y nadie acabara con nuestra amistad. Mirándola a los ojos sin parpadear, uniendo su cuerpo cada vez más con el de Erika.

-Tú no entiendes. Entrelazando sus propias manos encogiéndose en el Pecho de Sergio.

-Ella me arrebato todo lo que amo y ame. Mis amigos, me quito  la principal en la orquesta, se volvió mejor amiga de Marcos, y sabía que él solía gustarme haciendo que el llegara a odiarme, vive en una constante lucha por que nuestra amistad acabe, y yo de verdad ya no puedo con esto. Te amo pero sé que la quieres más a ella.

Se alejo de su pecho para darle la espalda mientras que se restregaba los ojos los cuales se le habían puesto llorosos.

-Estas equivocada, Elizabeth no te aria esas cosas, estas celosa…

-Por dios Sergio ella quiere acabar con mi vida, pero hasta aquí. No voy a 
permitir que siga peleando contigo todos los días por mi culpa. Sabes claramente que ella y yo no hemos vuelto hablar, tampoco pienso dirigirle la palabra… Lo mejor es que nos mantengamos distanciados.

-No quiero que las cosas queden así, dale otra oportunidad.

-¡No Sergio! Lo intente por 4 meses. Ya no, se acabo búscate otra mejor amiga.

-Erika no exageres, las cosas no tienen por qué cambiar entre los dos. ¿Qué hay de lo sucedido el otro día?


-Solo déjame. Saliendo rápidamente del salón de clases dejando atrás una 
parte de su vida.